Percebes. Los encontramos en el mercado de la Plaza de Lugo de A Coruña. Nunca los había comido, nunca los había fotografiado. Me cautivaron a primera vista. Con la ayuda de los percebeiros conseguí una imagen que vale más que mil palabras. Leer más
Tellinas en estado puro. Sin salsa verde por favor. Con limón, a la plancha. La fotografía gastronómica no solo nos acerca el aspecto de una comida sino también su sabor, su aroma, su textura. Leer más
Lentejas de colores vivos. El color en la fotografía gastronómica nos entra por los ojos para luego entrar en nuestras bocas. Colores llenos de energía reinventando platos tradicionales y haciéndolos nuevos. Leer más
La fotografía gastronómica no solo describe platos y comidas suculentas. Hay mucho que enseñar en nuestras cocinas. Conservo casi intacto el hilo de mechar que usaba mi madre.
Con un enrollado imposible pero muy eficaz, lo suelo sacar cada vez que mecho el lomo de cerdo con leche, el solomillo relleno o el redondo de ternera.
Su caña ajada por el paso de los años, incluso aún terrosa, me recuerda tiempos de ocio y risas con Pilar. Por eso, conservo el hilo de palomar y de vez en cuando, lo saco y lo miro. Hoy he decidido fotografiarlo.
©AguirreComunica
Tartar Ibérico. Un atardecer en mi plato que hizo las delicias de mi paladar. La yema de huevo marinado, el jamón ibérico y algún secreto más que no desveló mi cocinera particular. Explosión de sabores de este país en un solo bocado. Irrepetible sensación a no ser que sea culinaria. Plato único por su contundencia. Exquisito. Quizás os revele la receta en Las Recetas de la Mama.
Fotografía Gastronómica. Una buena paella valenciana degustada con tranquilidad, con atención plena en cada sabor, en cada olor, en cada textura. Alcachofas, garrofón, arroz, caracoles, pollo, conejo, romero… ©AguirreComunica
